man in gray shirt looking at city buildings during daytime

Un antídoto para la violencia doméstica contra las mujeres

El machismo hunde sus raíces en la división del trabajo hogareño presente desde el neolítico, cuando surgió la agricultura. Esa división ha permanecido con pocas variaciones a lo largo de los tiempos. En nuestros ambientes campesinos adjudica a las mujeres cocinar, lavar los trastos, mantener el aseo de la vivienda, cuidar los güilas, atender  los enfermos y los ancianos, ocuparse de la ropa, la huerta de plantas medicinales, las gallinas y los cerdos.